Son
ya 33 años marcando fecha en el calendario, para realizar esta
magnífica y a su vez durisima clásica. Ya no tenemos 30 años, pero no
falta ilusión ni entusiasmo, para participar, sufrir y disfrutar con el
recorrido y los eventos que la rodean.
Suena
el despertador muy pronto para el grupo A, a las 7 en el punto de salida
y dispuestos mental y físicamente .Gerardo, Leandro, Alejandro,
Roberto, Cabrero, Carmelo, Alberto, Ríbes, Arturo, Biosca, Vallejo,
invitado Juan Pastor. Jefes de ruta Manolo y Enrique.
El
grupo A, aborda la primera parte del recorrido, con un ritmo cómodo,
dejamos atrás Bétera, Benisano y Liria, sufrimos un despiste y no
acertamos con la vía dirección Casinos, provocando la división del
grupo, unos por la autovía, otros dirección Alcublas, ampliándose el
recorrido en 5 kilómetros más. Llegamos al bar gasolinera de Casinos,
bocatas enormes para reponer fuerzas, pero no saben de números, nos
cobran un bocata de más. Bueno una vez recuperados, nos montamos en las
máquinas dirección Villar, mentalizados que faltan 50 kilómetros, con
un perfil de vértigo, pedaleamos intentando reservar energía para
completar el recorrido. La carretera se vuelve exigente sin permitir
apenas respiro, el grupo bien estructurado llega Higueruelas, donde nos
refrescamos comentando la dureza del recorrido.
Alejandro,
Roberto y Ribes, todavía con frescura, deciden que el esfuerzo
realizado es suficiente y ponen punto final al recorrido.
El
resto del grupo, junto con Juan Herrero, ya divisan las aspas de los
molinos, situadas en el alto de las peñas de Dios, sin pausa comenzamos
la ascensión, muy exigente, suben las pulsaciones, se endurecen las
piernas y tenemos que poner todo el hierro que tenemos en nuestras
máquinas. Por delante, Pastor, Gerardo, Biosca, Arturo, después un
increíble Carmelo, coqueteando en la cabeza del grupeto de Cabrero,
Alberto, Vallejo, Leandro y Juan Herrero.
Por fin superamos
las peñas, sin pausa y con la mente puesta en la Abejuela, enfilamos
los incómodos toboganes, complicados por el fuerte calor agradecemos la
brisa que nos ofrecen los descensos, sonriendo cada vez que nos pasa
Juan Herrero dando una exhibición de poderío recordando los años 80. Al
fin la Abejuela, nos cambia el semblante ofreciendo una imagen más
relajada, al saber que la meta está muy cerca. El grupo muy satisfecho
llega a Alpuente, arropados por el autobús.
Por
su parte el grupo B. Juan , Pina, Josep Luis, Flores, salen a las 7.30
arropados con el autobús, digieren sus 50 kilómetros, con comodidad y
experiencia, adaptando un ritmo alto para llegar a su destino Casinos,
con antelación al horario previsto, pudiendo explayarse en el almuerzo,
satisfechos por el recorrido y con ganas de disfrutar del resto del
día.
La comida.
Después
de una ducha reconfortante, nos desplazamos al restaurante, nos espera
gazpacho, carrillada, sopa, etcétera . En los postres, se produce el
acto más emotivo, nuestro querido Manolo Vilaplana, tenia una obra de
arte, reflejado en un óleo de los canales Holandeses, para Josep Lluis,
la peña tiene que estar orgullosa, de Manolín un artista genial en todos
los campos, crear, escribir, pintar, etcétera. GRACIAS MANOLO,
Jefes de ruta. Manolo y Enrique, genial no podía ser de otra manera, los más expertos de la peña.
La vuelta. Fenomenal magnifico autobús.
Resumen. Etapa de alta montaña, 101 kilómetros, 3680 calorías consumidas.
Felicitar de nuevo, a la directiva y todos los participantes en la clásica.
Gran día haciendo peña. Crónica realizada por Leandro Mañas.
1 comentario:
Una gran crónica,y me alegro de que la peña siga logrando los objetivos marcados en el inicio de la temporada. Enhorabuena a todos.
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