No podíamos acabar la temporada, sin haber realizado alguna
de las tres clásicas programadas, gracias a la colaboración de
nuestro presidente Ribes, junto con Paco Martinez que pusieron los medios
de locomoción para poder realizar la clásica de Mosqueruela.
Madrugamos 7 horas, con un dia muy luminoso y con pinta de
muy caluroso, nos reunimos:
Ribes, Josep Lluis, Alberto, Carmelo, Cabrero, Roberto,
Biosca, Sanchis, Gerardo y Leandro, con la baja de ultima hora de Paco
Martinez, por una inflamación en su pie derecho que no le
permite realizar la tapa, baja importante debido u su buen estado
de forma y al cual le deseamos una pronta recuperación.
La etapa
Con un buen apoyo logístico dirigido por Ribes y
Jose Luis, cargamos las bicis,una vez acoplándonos en los
dos vehículos marchamos dirección venta del aire,
transcurridos unos 95 km, llegamos al lugar de partida, Bar los Maños,
donde restauramos , comentando el recorrido a realizar y sus puntos
de encuentro. Se montan las bicis, fotos de rigor , iniciamos el recorrido
hacia Rubielos. Tenemos que superar el primer puerto muy semejante al oronet,
el cual superamos sin apenas dificultades,siempre bien arropados por el
magnifico entorno, lleno de una vegetación exuberante, una vez en Rubielos nos
hidratamos. Ponemos rumbo a gestionar el segundo puerto, Nogueruelas el
cual nos ofrece unas rampas considerables y superadas con buen
criterio,teniendo que acoplar todo el hierro que llevamos, una vez reunido
el pelotón, bebemos y tomamos alguna barrita, mientras se comenta la
dureza del puerto. Antes de iniciar el descenso se habla de
su intensidad y de las precauciones que debemos tomar. Mientras
tanto Sanchis, abanderado del comando inicia su recorrido,
realizando una excelente etapa hasta la meta. A su vez
el pelotón marcha hacia la conquista del tercer puerto, Linares
a una altura de 1665 metros. Durante el descenso de Nogueruelas,
Roberto rompe un radio de la rueda delantera que no le permite
continuar, lamentandolo mucho, ya que es una de
las clásicas que mas disfruta, debido al conocimiento del entorno
desde su infancia, mientras tanto el resto del grupo se recupera
en Linares, para ascender el ultimo puerto. Se nota el calor,
la vegetación cambia, las rampas se multiplican y las fuerzas
flaquean, pero aun suficientes para llegar a la meta todos en bicicleta. Destacando
Carmelo por su lucha constante para culminar el recorrido y siempre
bien arropado por Alberto y Cabrero para que lo consiguiera.
Ya en la cumbre, alegría, aplausos, fotos, una vez
recuperados, tomamos el descenso que apenas sin pedalear
llegamos a destino Mosqueruela.
La relajación
Ducha, baño, estiramientos, cervezas, etc etc. para una
buena recuperación, mientras esperábamos entrar al comedor.
La comida
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